10/26/2014

¿Cuántas neuronas hay en mi cerebro?

¿Cuántas neuronas hay en mi cerebro?

No se sabe a ciencia cierta. De la misma manera en que se usan objetos conocidos como referencia para darse una idea del tamaño de algo gigantesco, se usan ejemplos de conteos muy grandes para aproximarse al número de células en el cerebro. Es así como un lago, o un cráter, pueden compararse con el tamaño de una cancha de fútbol, de la misma manera en que se compara el número de estrellas en la vía láctea con el número de neuronas en un cerebro humano.

Contar estrellas no es un asunto fácil, especialmente cuando son tantas. Lo mejor que obtenemos es una técnica de aproximación, que ha estimado el número de estrellas similares a nuestro sol en 100,000 millones. Esto se presta a confusión, pues en la literatura en inglés se usa el término 100 billones, que no es lo mismo que cien millardos, la traducción correcta de este término. En español, un billón es igual a un millón de millones, mientras que para un norteamericano un billón representa 1000 millones, es decir mil veces menos que para nosotros los hispanohablantes. Una diferencia más que sutil, especialmente si de dólares hablamos…

De vuelta con las neuronas. El asegurar que tenemos tantas neuronas en nuestros cerebros como estrellas hay en la galaxia que habitamos no tiene fundamento científico. Los más recientes cálculos de la cantidad de neuronas en un cerebro adulto, con técnicas de conteo de núcleos que dan cuenta de las diferencias en el número o densidad de neuronas en diferentes partes del cerebro, sugieren que tenemos, en promedio, unos 86,000 millones de neuronas. La diferencia con 100,000 millones no parece muy grande, pero puede ser equivalente al número de neuronas en el cerebro de un primate inferior, como un babuino.

Lo cierto es que cada neurona puede tener a su vez varios miles de conexiones, por lo que resulta importante cuidarlas todas. Cuando se presenta un ataque cerebral, es decir, una interrupción al flujo sanguíneo cerebral, se produce un infarto, que puede extenderse a medida que progresa la falta de oxigenación del cerebro. De ahí la famosa frase de “tiempo es cerebro”, en las campañas mundiales para el tratamiento oportuno del ataque cerebral. 

Casi cualquier persona trata de conseguir atención médica urgente cuando se sospecha un infarto cardiaco. Es igual de importante actuar rápidamente cuando se sospeche que hay un infarto cerebral. Cuando una arteria cerebral se obstruye, miles de neuronas mueren cada segundo, y sus efectos, cuando se sobrevive, pueden ser devastadores, especialmente si dejan secuelas que hacen que una persona no pueda valerse por sí misma.

Los avances en las imágenes diagnósticas permiten detectar muy precozmente los infartos cerebrales y calcular su extensión para determinar si es posible tratarlos con medicamentos trombolíticos o con técnicas avanzadas de neurointervencionismo endovascular, con las que es posible recuperar parcial o completamente el flujo sanguíneo y disminuir o evitar la secuelas neurológicas del infarto cerebral.



De la campaña educativa del Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá

El próximo 29 de octubre es el día mundial del ataque cerebral. Con esta conmemoración, se pretende crear conciencia en el público en general acerca de la importancia de reconocer los síntomas sospechosos de un ataque cerebral y de la necesidad de actuar rápido para recuperar el mayor número de neuronas y conexiones posible, con lo cual se pueden disminuir los efectos incapacitantes de esta enfermedad.

4/27/2014

Día Internacional del Jazz 2014

El Jazz tiene muchas formas. Una de las características que definen a este género musical es la improvisación, común a varios de los estilos del Jazz.

La improvisación es un arte que parece difícil de comprender. Sin embargo, el arte de la improvisación no es exclusivo del Jazz. Cualquiera que tenga una conversación espontánea está improvisando. Hay un cierto ritmo, hay pausas e interacciones con nuestro interlocutor. Hay momentos lentos o acalorados, y es posible mantener una conversación activa con varias personas, cada una de las cuales puede tener momentos protagónicos o de muy poca intervención. Hay quienes han comparado el acto médico con el Jazz, puesto que el médico, como el músico de Jazz, debe desarrollar una importante capacidad comunicativa y un estilo propio.



En su interacción con los pacientes, desarrolla la capacidad de escuchar y de ir atando cabos mientras oye a su paciente, para ir resolviendo el enigma que se le presenta. En el Jazz, las reglas de la comunicación son un poco diferentes. La conversación entre los músicos no se desarrolla a partir de palabras sino de notas, y sus frases se basan en acordes, escalas, armonías y pausas. Los que dominan esta gramática resultan siendo los mejores comunicadores. Los mejores músicos de Jazz, como los grandes escritores, son los que hacen aportes excepcionales a este arte.


Un hecho que no es muy conocido, incluso por los fanáticos del Jazz, es que, desde hace tres años, la Unesco declaró el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz.
Mi pequeño aporte a este día es otro collage, esta vez de fotos tomadas en tres “templos” del Jazz neoyorquino. Mi invitación, para quienes no suelen hacerlo, es oír algo de Jazz, por lo menos en ese día.

Puedo sugerir algunos de los “grandes”, como los de la siguiente lista, que no es incluyente y no pretende ser excluyente:

Louis Armstrong                Bill Evans                             JJ Johnson
Duke Ellington                   Gerry Mulligan                     Max Roach
Lester Young                      Charles Mingus                  Joe Henderson
Billie Holiday                     Sidney Bechet                     Art Blakey
Charlie Parker                    Dizzie Gillespie                   Dave Holland
Thelonious Monk              Dexter Gordon                    Elvin Jones
Mile Davis                         Chick Corea                        Sarah Vaughan
John Coltrane                     Herbie Hancock                 …

La lista completa ocuparía volúmenes enteros, y crece a diario.