El bazar egipcio o mercado de las especias en Estambul.
Justo enfrente del puente del Gálata, en el muelle de Eminönü, que cruza sobre el cuerno de oro, esa extensión del estrecho del Bósforo cuyo nombre se debe a los reflejos dorados vistos cada atardecer en este brazo marítimo.
El bazar egipcio, un pequeño mundo mágico cuyo nombre hace referencia al lugar de donde eran traídas las especias durante el imperio otomano.
Construido en 1660, en el mercado de las especias se puede conseguir todo tipo de alimentos en la cantidad que se requiera. Se encuentran allí quesos, peces, embutidos, frutos secos, lokum o «delicias turcas», esponjas naturales, perfumes, pastirma o carne curada de ternera, caviar, afrodisíacos y, por supuesto, todas las especias. Pero además, telas, cerámicas, narguilas y prácticamente cualquier objeto que sobrepase la imaginación.